El motor de combustión interna se divide en varios componentes, bloque motor, pistones, baño de aceite y culata. La culata es la parte superior del motor que arranca justo donde los pistones alcanzan su punto más alto.
La culata aloja las válvulas, resortes de válvula, eje o árboles de levas para V, W, estrella y balancines y pasadores. En la culata también se encuentran bujías e incandescentes, pero también inyectores.
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Básicamente, la culata es la zona donde se prepara el motor para todo lo que va a suceder en la cámara de combustión.
Entre la culata y el bloque del motor se encuentra la junta de la culata que asegura la estanqueidad del motor. Al ser un bloque de motor muy importante y de acceso a pistones, se puede pegar o en una sola pieza.
En primer lugar para poder abrir fácilmente el motor en caso de reparación y en segundo lugar por la altísima resistencia térmica y mecánica en esa zona. La única opción era elegir una junta que se interpusiera entre las dos partes.
Una junta de culata defectuosa o quemada provocará problemas importantes en el motor. El motor perderá aceite pero también compresión. Una junta defectuosa dañará el motor muy rápidamente.
La forma más sencilla es comprobar si hay fugas de aceite en la junta. Si ve fugas, llame a un mecánico lo antes posible.
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Fuente de la foto: liveabout.com, mobiloil.com